Clásicos Del Grunge; “Ten”, la huella indeleble de Pearl Jam
Llegados a este punto en nuestros “Clásicos Del Grunge”, toca a hacer especial reflexión en uno de esas máximas distinciones para la historia del género alternativo. Nos detenemos en este viernes ante el nacimiento de una banda como fue Pearl Jam y su álbum “Ten”.
Un inicio inmediato llevo tan solo un año después de su fundación a que esta nueva formación, prometedora por aquel entonces, con miembros de Temple Of The Dog o Mother Love Bone, lanzarán su álbum debut “Ten” en 1991.
La historia del grunge se cita en este viernes con uno de sus grandes apogeos, un disco que el tiempo jugó a su favor para convertirse en uno de los más vendidos por aquellos tiempos y colocarse en puestos más que honoríficos en las listas más veneradas.
Tanto este “Ten” como los inicios de Pearl Jam gozan de algunas anécdotas curiosas, y es que banda en un principio y hasta la llegada de Eddie Vedder, no sería más que una base de entrenamiento para los ex–Mother Love Bone, Gossard y el bajista Jeff Ament. Sería con la llegada de una de las voces más icónicas de Seattle, cuando se empezarían formar los primeros fundamentos de lo que hoy en día se les considera uno de los pilares del estilo en cuestión.
Cuenta la historia que “Ten” tampoco tuvo la repercusión necesaria en la irrupción de aquel verano de 1991, tendrían que pasar las Navidades y el cambio de dígitos en la fecha para que con la llegada del año 1992, y el empuje en la comercialidad del “Nevermind” de Nirvana para que el grunge empezarán a tomar conciencia de su grandeza en aquel primer tercio de los 90. Desde ese entonces, “Ten” alcanzó lo que muy pocos discos de su estirpe, manteniéndose en los puestos más privilegiados durante 5 años ni más ni menos.
Hay que destacar también como curiosidad a que Pearl Jam en un principio se les conocía como Mookie Blaylock en honor al mismo jugador de los Nets de aquella época. Al final decidieron quedarse con el nombre Pearl Jam y llevar ese honor al número 10 del equipo neoyorquino bajo el título de su álbum debut.
“Ten” en un disco para memoria y la perseverancia de un grunge en los días del presente, digamos más latente. Por esta razón y muchas más, los principios se deben de tener en cuenta.
Sería en los London Bridge Studios y el acuerdo con Epic Records bajo el brazo cuando el recién llegado Eddie Vedder, desde las soleadas playas de San Diego, se afincaría en Seattle para fabricar su historia y la de sus Pearl Jam.
Marzo de 1991 bajo la producción de Rick Parashar y poco más de un mes para completar toda la grabación de un “Ten” que en cierta manera expone las vivencias del mismo Vedder, así como el suicidio o la misma soledad. Todo ello son temas a debatir en esta génesis histórica de los norteamericanos con temas como “Jeremy”. Todo un hecho la visión de Pearl Jam en aquella sociedad norteamericana, la misma que ni esta ni la de ninguna del planeta ha cambiado desde entonces, ya que se siguen cometiendo las mismas desgracias y los mismos abusos, pero Pearl Jam captura de manera efectiva esta óptica melancólica y llena de tristeza, bajo el impulso de sus cuerdas vocales como gran gancho. “Evenflow” es un ejemplo perfecto para disfrutar de la naturaleza de la banda, uno de esos temas que al quinteto les costó horrores encontrar su fórmula final en sus repetidas grabaciones. Canción para los denominados «sin techo” como clásico indispensable de la banda y uno de los sencillos más importante de este debut. Sin embargo, las armonías más características de la banda alcanzan un punto interesante en “Black” con unos Pearl Jam a medio gas, más reflexivos pero sobre todo, más sombríos. En esta misma sintonía llegamos a la acústica de “Oceans” llenando de rarezas algunos pasajes, pero evidenciando la delicadeza de sus composiciones.
El primer tercio de “Ten” es historia viva del género con pistas como “Once” o “Alive”, en cambio los momentos de “Reflections” proponen atmosferas mucho más ruidosas, dando más matices a un disco incansable a la hora de alabar en detalles a una banda prometedora desde sus inicios, de esos que a día de hoy, confirman lo que muchos preveían 30 años atrás.
Pearl Jam llevaría toda la esencia de lo que son hoy en día, y el significado de un género como el grunge en un pilar básico como es este disco. Depresivo, lleno de letras que citan a los abusos, eso que hoy en día gracias a los millennials de turno se le conoce como bullying, o la gente sin techo. La tristeza como forma musical para entender la verdadera expresión de este estilo desde todas sus facetas.