False Gods dibuja un panorama sombrío en “Lost in Darkness And Distance”

Con la llegada de su décimo aniversario, el nuevo álbum de los neoyorquinos False Gods, viene bajo el título de “Lost In Darkness And Distance”, como tercer registro a su discografía.
La continuación de “Neurotopia” (reseña aquí) lanzado en 2022, sigue el curso experimental de una banda que sigue apostando por esa doble perspectiva de afilado sludge bajo las corrientes atmosféricas.
Como tantas de estos aledaños, a False Gods los seguimos desde sus inicios cuando en la primera fase de la pandemia, sacarán su músculo a pasear con el debut “No Symmetry…Only Disillusion” (reseña aquí), mostrando esa canalización de energía totalmente desbordante desde sus inicios.
Desde luego, esta impronta sigue vigente en sus esquemas. El nuevo “Lost in Darkness And Distance” es un disco arraigado del destrozo emocional sufrido por la banda en los últimos tiempos. Bajas sensibles y tragedias personales, alimentan el espíritu espectral en las nuevas creaciones de este trabajo.
Entre cambios de ritmo varios, su apuesta progresiva, la contundencia de su rítmica y la estridencia de sus riffs, False Gods tiene todo el armamento necesario para hacerte volar la cabeza en “Lost In Darkness And Distance”.
Siguiendo la fuerza de sus dos discos anteriores, las premisas del nuevo álbum conservan esa misma fluidez en la composición, llevando a la nostalgia de los primeros encuentros con Neurosis en algunos aspectos, pero siendo desde esa base sludge mucho más deliberada.
Sin embargo, el ramalazo hardcore es evidente en False Gods, aunque no tan directo, pero siempre está ahí. La crudeza desde el juego de voces, hacen que la dinámica se llene y sea mucho más efectiva. La importancia de buenas composiciones parezca ser más el propósito de False Gods en este nuevo álbum, y en medio de esa catarsis oscura, voces que a veces no solo nos recuerdan al bueno de Tom Araya sino a sus propios Slayer en temas como “Worldless”.
En este tipo de discos los estados de ánimo cuentan mucho, y la agresividad es una de ellas, y entre canciones sumamente palpitantes, puedes notar una rítmica penetrante en “Enemy That Never Was”, descargas más pesadas en “Straw Dog” o el impulso más melodioso en “Imposter”.
Temas destacados como “Suffering In Strangeland” son posiblemente dónde los neoyorquinos se reinventen en su expansión sonora. Esta canción evoca a la opacidad de este álbum, y en dónde en esos largos desarrollos apuestan por una diversidad de subgéneros, dándonos a entender que no todo es cuestión de pesadez como primera impresión.
La amplitud instaurada como principal propuesta en lo nuevo de False Gods. Los antecedentes de los neoyorquinos ya dejaron una impresión notable en sus dos anteriores encuentros, pero el nuevo “Lost In Darkness And Distance” destila con mayor autenticidad por encima de los otros dos contendientes. En este caso, el cuarteto traspasa las fronteras de lo ruidoso para entrar en ese conflicto animoso que sucumbe ante un imperio de oscuras melodías y atmosferas penumbrosas, en medio de las muchas tormentas a atravesar.

