1968 – “Royal Bastards” (2025)

Heavy Rock / Stoner
“Royal Bastards” viene siendo el nuevo álbum de la banda británica 1968, y también nuestra primera novedad tardía en entrar esta semana en la web.
El disco viene con el condicionante de la salida de Jimi Coppack, como antiguo cantante de la banda, y la llegada del que fuera también voz de la banda Oath, Andrew Valiant.
Repitiendo jugada nuevamente con el sello No Profit Recordings, los músicos de Chesire se encomiendan al nuevo “Royal Bastards” como tercera entrega desde el largo formato en su carrera, continuación del pandémico “Salvation If You Need” (reseña aquí) y su próspera forma de llevar el heavy rock por esas conducciones venenosas como para crear auténticos himnos de batalla.
El fuzz, como en todas las composiciones de 1968, es un auténtico patio de recreo en las canciones del nuevo “Royal Bastards”. Un sube/baja continuo creando auténticas ráfagas sonoras mucho más pesada que su anterior trabajo, siendo incluso producido nuevamente por su productor particular Simon Jones.
Hay mucho que desglosar en el nuevo álbum, pero parece que esa eterna sombra Sabbath perdura en tantas y tantas bandas, que en “Royal Bastards” se puede ver de la forma más cristalina en “Scorched Earth”. Más acelerada viene siendo el caso de “Bad Trip”, dónde se puede ver perfectamente la pegada de 1968, en conjunción con ese stoner armonioso.
El inicio del larga duración tampoco deja lugar a dudas. Desde la apertura “Standby”, los de Chesire pisan el acelerador a fondo con su embestida más recordada, la densidad de sus riffs abarcan esos prolegómenos heavy psych que acaban desatando la tormenta en el single “Endgame”. Las sorpresas también están a la orden del día en “Royal Bastards”, y más allá de su propia renovación en su alineación, desde el apartado musical, segmentos más tribales como los “Jawmelter” o el cierre con “Merlin” pueden dejar boquiabiertos a los que hayan conocido el pasado de 1968.
El caso de ese octavo acto, el acompañamiento de flautas en buena parte de su trayecto, nos mete dentro de esa atmosfera setentera, hasta volver a su mecánica explosiva en los últimos minutos.
Todo esto claro, bajo esa descarga sonora tan particular en 1968, pero “Royal Bastards” evoca nuevamente a uno de esos trabajos para poner a prueba tus altavoces. La pesadez y el fuzz vuelven a darse de la mano en una nueva aventura de la banda británica y la llegada de Valiant, conecta un nuevo impulsor en la música de esta formación que puede que estemos ante su trabajo más pesado hasta la fecha, tal y como ellos mismos nos advirtieron hace meses.

