Jusolis, un explosivo estreno desde la génesis de su propio movimiento…
Fiel a la esencia noventera, el tiempo de espera para el debut de Jusolis ha sido largo y escabroso, más de 3 décadas para ser exactos. Así pues, llegados desde la matriz del rock alternativo y con una buena capa del mejor barniz de Jack Endino entre bastidores, los chilenos descubren su primer vástago lanzado de manera homónima.
Dicen que lo bueno se hace esperar, y desde luego, el cuarteto trasandino da justo en el clavo con su álbum debut, gestado desde días dónde algunos de sus componentes aún estaban en el colegio y con esa materia prima en medio de la explosión al rock alternativo, Jusolis dejó una huella en la primera etapa de los 90 que ahora libera sus cadenas.
Tan solo bastaron 3 jornadas en los primeros días del pasado 2024 para retocar algunos apuntes y sacarle el polvo de 30 años en el baúl de los recuerdos. Sin embargo, el tiempo solo ha hecho que esa esencia de la época, brille mejor que nunca en las 6 canciones que sostiene este homónimo estreno.
Jusolis lleva esa fuerza de las guitarras a la mejor escuela de Seattle. Clásicos atemporales en los niveles de distorsión apropiados, aplicando la intensidad más reconocida entre esos enlaces próximos del grunge y el rock alternativo. Al mismo tiempo, la crudeza de sus composiciones se abren en un mar de densidades, siempre bajo ese matiz armonioso. Desde “Air Vacuum” si miramos ese apartado de melodías, hasta la desértica “Smokey”, Jusolis juega entre sus muchas influencias y sus texturas multiplican perspectivas. “Grúa” es un abridor estupendo en el que la feroz contundencia de los chilenos no deja lugar a dudas con la primera de las oleadas. Todo esto se confirma con la corta pero incisiva “Take The Bone”, un himno de batalla de Jusolis en el que ese carácter del desierto, vuelve a incidir entre las leyes gravitacionales de la banda.
En los largos desarrollos del álbum también se puede ver esa faceta exploradora de Jusolis. Hablamos de temas como “Sweet Weed” o la propia “Jusolis”, ambas pistas tienen un ingrediente Kyuss más que evidente, es como meterse en un “generator party” en el corazón del Atacama mientras Jusolis fantasean con su naturaleza jam session, eliminando prácticamente las voces y llenando esa sección instrumental para serpentear de mucha personalidad los esquemas de este estreno sorpresivo para muchos y de larga espera para otros tantos.