Smote – “Songs From The Free House”; Rarezas de enorme atracción…
Doom / Drone / Folk
Habíamos dicho que era una semana dura de lanzamientos, la que más de todo este décimo mes del año, y cuando digo dura me refiero porque estaba plagada de tantos buenos trabajos que era difícil decantarse por un DISCO DE LA SEMANA.
Mars Red Sky, Monkey3, Giobia, Bentrees, Abanamat, Moundrag, The Re-Stoned, Malkasian… grandes nombres, algunos conocidos y consolidados y otros como una revelación por descubrir. También es verdad que algunas reseñas ya han aterrizado en nuestras profundas repisas de “La Habitación 235”, otras están por llegar almacenadas en la bandeja de entrada, pero este “Songs From The Free House” me ha pillado de tal manera que me rindo ante el trabajo de un pedazo e músico como es Daniel Foggin.
El multi-instrumentista es conocido por ser un paisajista dónde su marca de drones visionarias, recurre a una ambientación con una fortaleza psíquica escondida como la gran carta maestra de este cuarto trabajo de estudio para el británico.
Con el sello Rocket Recordings en el precinto de “Songs From The Free House”, son muchos los que se aventuran a verlo como su obra más deslumbrante hasta la fecha. Desde luego, aquellos que desconozcan de este proyecto están tardando mucho en merendarse los 3 anteriores discos si lo que buscan no es otra cosa que es una experimentación soberbia y esa triple combinación ganadora que es el drone/doom/folk del proyecto Smote.
Con su avance para la canción “The Linton Wyrm” preveíamos algo mayúsculo a principios de verano. En el mundo de Smote, ir más allá significa ir hacía dentro, las muchas raíces de Foggin y su imaginativa firma, convergen en un profundo mar de vibraciones que puede llegar a sonar sucio o retorcerte el alma en sus partes más ambientales.
La experiencia en cada escucha de “Songs From The Free House” gana enteros. Nuevamente, sintiéndonos pastos de esa distorsión que nos abraza, Foggin surge del fango componiendo oleadas de melancolismo sombrío, pero también asistiendo a un disco totalmente ritualista.
Las muchas proyecciones del álbum nos llevan a páramos lejanos, la catarsis radica en su máxima belleza llena de oscuridad y cierto aire que parezca indicar que el peregrinaje nos lleve a lo más profundo de la extensa arboleda. La percusión de “Songs From The Free House” también tiene esos puntos dominantes, desde la fuerza arrolladora de “Snodgers” hasta los muchos crecimientos por los que ofrecen actos dantescos como la propia “The Linton Wyrm” o ese místico viaje inicial que es “The Cottar”.
La electrónica y esa compuesta mezcla de sintetizadores arropa el firmamento surrealista de Smote, pero a esto se le une esa distorsión masiva que en puntos como los del cierre “Wynne” alcanza culminaciones que de alguna manera, esa cacofonía acaban enrolándose con las armonías que despliega.
En cualquier caso, muchos de estos tipos de trabajo acaban resultando inaccesible para algunos oídos aventureros. Este no es el caso de Smote, y es otro punto ganador que le da a un disco lleno de variantes, con todas ellas triunfadoras.
Al final, la belleza de “Songs From Free House” radica desde su lado más complejo y con esa atracción mayúscula. El proyecto Smote consigue una de las proezas del año, elevando la calidad del mismo a planos imposibles de olvidar. La carta de Daniel Foggin para este 2025 deja nuestro más preciado sonido pesado a niveles excepcionales dentro de un marco lleno de todo tipo de instrumentos, digno del mejor ritual que vas a escuchar en todo este curso.
