“Spiritual Chains”, un salto cualitativo para Thorndale
Jueves de contraste para la audiencia de “La Habitación 235” y antes del recibo de nuestro DISCO DE LA SEMANA, enseñamos los dientes con el nuevo “Spiritual Chains”, lo nuevo de Thorndale.
Después de pasar por el desierto de sus paisanos Ditch a principios de semana, nos vamos desde la localidad de La Hague hasta Haarlem, presentando a las masas un trabajo dónde esa impronta doom/heavy metal, hace acto de presencia con la fuerza de Thorndale.
Para muchos a buen seguro encontrarán en este “Spiritual Chains” todo un pepinazo de álbum, que en muchos momentos se atreve a seguir esa corriente NWOBHM, y mostrar el talento de cuatro músicos de una visión de lo más prometedora.
Tal vez este sea uno de esos incisos en que hemos querido reservar su nueva obra para días tan señalados en nuestra semana. Porque si muchas veces los miércoles es jornada de podcast y los jueves para el DISCO DE LA SEMANA, el potencial de grandes trabajos hace que a veces tengamos hasta subdivisiones y poder decir que este “Spiritual Chains” podría ser perfectamente uno de esos discos y darle toda la atención posible.
Paridas propias a un lado, “Spiritual Chains” es un cóctel explosivo evolucionando favorablemente en cuanto a su estreno del pasado año titulado “Lightning Spawn”. Lo que no sé yo es en que parte del trayecto han sacado ese músculo de repente para hormonar esa muralla sonora en un set de canciones mucho más ambiciosas, afiladamente crudas y esa dualidad de voces que no deja de tener invitados de lujo para la ocasión como Jeff Henson (Duel).
Conservo ante todo el factor sorpresa del oyente virgen al sonido de Thorndale, sin llegar a destripar ninguna de sus canciones, pero dentro de un enfoque generalizado, “Spiritual Chains”, puede tener perfectamente la elegancia del doom de la vieja guardia, las partes más violentas del thrash de los 90 y la definición auténtica del heavy metal que lo envuelve todo.
Fantástico y fugaz regreso de Thorndale que en comparación con su álbum debut de hace unos meses, nos deja una segunda parte soberbia como inmejorable puñetazo sobre la mesa para una banda a prestar muchísima atención de ahora en adelante.
