Domadora – “Indian” (2025)
Heavy Psych / Instrumental
Un nuevo capítulo se repite para nuestro DISCO DE LA SEMANA; las jam sessions desorbitadas, dónde la explosión del guitarrista en cuestión y el machaqueo de una sección rítmica viajando a velocidad de crucero, es todo lo que necesitamos para asistir a un nuevo episodio de desenfreno y virtuosismo por parte del power trío francés, Domadora.
Por increíble que parezca, los cambios de alineación no han afectado en absoluto la destreza d esta banda. Es más hasta podría decir que estamos ante su alineación más potente hasta la fecha, y para ello que mejor testigo que un disco como es el nuevo “Indian”.
Tras más de 15 años en la brecha y haber contado buena parte de su discografía en el interior de nuestro umbral psicodélico, la explosión de Domadora vuelve sobre sus pasos dentro de su estilo más improvisado e incendiario.
Alrededor de 55 minutos nos muestran un heavy psych de alucine, a vertiginoso ritmo de espontaneidad creativa desde todos sus prismas. La improvisación como máximo estilismo, los mismos que nos dejaron hace 3 años atrás su última oferta “Renaissance” (reseña aquí). Su nueva sesión viene custodiado por 6 valerosos actos, dónde el periplo que cruzamos es de lo más electrizante, en el que la inmersión al mismo viene desde la primera oleada, partiendo de esa retroalimentación vibrante, cruda, pero llevando un equilibrio en sus funciones, para marcar esos crecimientos hasta su explosión definitiva.
Puedes ver la “Experience” de Hendrix levitar por todo el contorno entusiasta de Domadora, puedes ver la solvencia constructiva de una banda como Earthless en los largos desarrollos, incluso puedes ver momentos de ese fuzz grasiento que otros colegas suyos del ramo como Tia Carrera, firman con rotundidad.
El caso es que Domadora se superan con cada ejercicio, y aunque llegue con algo de retraso a la puerta número 235, “Indian” pone sus muchos factores sobre la mesa para llevar ese mencionado virtuosismo/habilidad, como un éxtasis sentimental por las jam sessions más ilustrativas.
Poco más que añadir para un disco que no necesita destripe alguno. La simple obligación de escucharlo y lanzarse a por él, es algo más que una orden directa. Una vez que estemos dentro, el patio de recreo de Domadora se abre con todo lujo de detalles, ante un espectáculo instrumental caracterizado por una columna vertebral que trasciende a un nuevo nivel a los franceses.
Desde planos prácticamente astrales, Domadora vuelve a conquistarnos como lo hicieron a la vieja usanza, solo que esta vez, rizan el rizo con un titán instrumental cargado de rebosante dinamismo blues y ese estallido que desconcierta al oyente de la forma en que merece cuando un álbum te deja absolutamente descolocado.
No nos equivoquemos, estamos ante una de las obras instrumentales de los últimos tiempos. Sobresaliente para Domadora…
