Ecos De Sabbath; Boomerang – “S/T” (1971)
Proto Metal / Hard Rock
(RCA Victor)
La primera entrega de “Ecos De Sabbath” para este 2025, viene en esa trifulca de formaciones setenteras compuestas por Vanilla Fudge/Cactus. Son muy comunes encontrar discos solitarios de una discografía inicial que prometía un potencial extraordinario cuando veíamos arrancar a un proyecto. Tristemente, Boomerang era otro capítulo más de esas formaciones que mueren al poco tiempo de nacimiento creando un disco de culto.
Si nos ponemos a mirarlo, una sección como “Ecos De Sabbath” en buena parte de su largo catálogo, parece sostenerse de este tipo de índoles, y aunque a veces las texturas Sabbath van y vienen entre el blues, heavy psych, proto metal y derivados creados medio siglo atrás, siempre el guiño estaba ahí para entender su grandeza. Hoy hablamos de Boomerang y su homónimo trabajo…
Muchos recordarán a una banda como Cactus, suyos han sido algunos encuentros de los viernes por la tarde-noche con dos de sus mejores discos; “Restrictions” (reseña aquí) o el mítico “One Way… Or Another” (reseña aquí). De esta formación salieron personajes de gran destreza como eran Carmine Appice o Tim Bogert, reconocidos por su obra previa con Vanilla Fudge, proyecto en el que también militaba el cantante y teclista Mark Stein.
Tras la disolución de Vanilla Fudge, el propio Stein recluto a un tal Ricky Ramírez de 16 años al mástil de 6 cuerdas para convertirse en el auténtico prodigio de este “Boomerang”. A su lado, el cuarteto entre Stein y Ramírez lo completarían James Galluzi a la batería y el bajista Jo Casmir.
No tardaron apenas un año en construir nuevas canciones del que muchos se atreven a aventurarse de que parte de las mismas puedan estar entre las últimas grabaciones de Vanilla Fudge antes de su rendición, pero es verdad que el proyecto Boomerang es en muchos momentos la vertiente más experimental que podía ofrecer la mente de Stein en el amanecer de los 70. Temas como “Brother’s Comin’ Home” puede llevar esa extravagancia distintiva de unos Boomerang que implantarían el fuerte y el carisma de este álbum en tres de sus pilares; la inicial “Juke It”, “Cynthia Fever” y ese cierre titulado “The Peddler”. En los tres casos se puede ver el corrosivo proto metal de unos Boomernag que causaban sensación en los bajos fondos neoyorquinos por aquel entonces.
Como anécdotas, decir que el hermano de Ricky Ramírez, Michael, era muy amigo de un tal Jimi Hendrix y que por lo visto, hace unos años atrás rulaba una edición inédita de otro trabajo de Boomerang por internet al que no tardaron mucho en ponerle el precinto de segunda entrega. Ni rastro de ella en pleno 2025…
Boomerang es una opción brillante para el fin de semana si tu misión no es otra que meterte bajo la piel del proto metal setentero. Aunque no sea del todo en su totalidad, solamente los momentos de puro músculo de este álbum muestran a un Ricky Ramírez tan explosivo como jovenzuelo, que acabaría sumiéndose en la oscuridad y el anonimato tras la salida de este disco. Y no nos olvidemos de ese binomio rítmico entre Jo Casmir y Galluzi en los parches, sumado a la magia de Stein a bordo de los Hammond.
Una entrega para “Ecos De Sabbath” total intimidatoria en sus contadas acciones que harían de las mismas escogerlas en tus mejores listas de reproducción para disfrutar del potencial de unos Boomerang de auténtico culto.