Mooch se asienta en su zona de confort con el nuevo “Kin”
En otro de esos encuentros que llega con algo de retraso a su entrada en las profundas repisas de nuestra habitación, el nuevo “Kin” de la banda Mooch arranca el set de novedades para una de esas semanas interesantes con nuestros internautas a la hora de descubrir nuevas ofertas del gremio, nuestra escena más experimental al sonido pesado y psicodélico.
Los bajos fondos de Montreal moldean las paredes sonoras de una banda como Mooch, formación en clásica alineación de power trío que nos dejó un poderoso avance como fue “Sunburner” la pasada primavera.
Lanzado a través de Black Throne Productions el pasado mes de Junio, “Kin” es el estreno con esta disquetera pero marca su cuarta parada larga duración en su discografía, continuación de su último “Visions” del año pasado.
El retorno es fugaz, señal de esa batería de canciones acumuladas que podrían tener los canadienses en el bolsillo. Al igual que a lo largo de su carrera, este experimento sonoro abarca esa silueta jammera en sus composiciones, con gran énfasis en el rock más pesado y esa pegada que de alguna manera, también une sus estrechos lazos con el blues denso.
Ante todo, la música de Mooch está llena de vitalidad, y entre melodías pegadizas y sus diversas embestidas pueden moverse desde “Lightening Rod”, hasta la enérgica “Hang Me Out”. El desierto se abre ante nosotros con ese stoner de la mencionada “Sunburner”. Prácticamente, parezca que el power trío baje unos kilómetros al suroeste de su posición en el mapa, para colocarse en el mismo centro del desierto de Mojave unos 25 años atrás, uniéndose al redil de las muchas bandas influyentes que de alguna manera, han apadrinado este estilo en sus diversas oleadas.
No todo es contundencia, la sombra psicodélica de la banda deambula en todo momento y es en temas como el cierre “Zenith” dónde esa marcha floydiana entra en escena llenando de ingenio la música de Mooch. Secciones instrumentales vienen con la primera de las oleadas en “Meteor” y ese puente perfecto secundado por la intro “YR4”, ese famoso personaje que nos tiene en ascuas dando vueltas alrededor de nuestro planeta sin saber cuál será su fatídico destino aún.
Como suele pasar en estos casos, el stoner, la psicodelia y el espacio infinito juegan un papel importante a 3 bandas. En este caso, los canadienses saben conjugar muy bien estos 3 estamentos, dignos de cualquier álbum de su prole y en el que a veces temas como “Prominence”, deja esos destellos de atracción que a más de uno hace que se le enciende esa luz en su sistema de almacenamiento.
En otro de esos deleites para adoradores del riff arenoso, y a veces pecando de algo de superficialidad, el pronto retorno de Mooch deja un disco regulero como “Kin”, lleno de detalles que recuerdan alguno de los tramos más culminantes de su carrera pero muriendo en la orilla en ese encuadre que se abalanza mucho en esa cósmica atmosfera que a ellos tanto caracteriza.
Web Oficial Black Throne Productions