“Forgotten Mansion”, abriendo las puertas al terror de Witchfinder
Al renovado cuarteto de Clermont le hemos seguido la pista desde que hace 5 años atrás irrumpiera con una masa cargada de fuzz lanzada de forma homónima (reseña aquí). Desde entonces, los franceses, por aquel entonces en la clásica alineación de power trío, vomitaban riffs valvulares que de alguna manera se dejaba vislumbrar esa devoción por la cátedra pesada de Dorset.
El debut larga duración de Witchfinder llegaría en forma de un despertar apabullante bajo el título de “Hazy Rites” (reseña aquí), disco que por cierto venía bajo la etiqueta de Black Bow Records, sello regentado por un tal Jon Davis, he aquí otro inciso hacía su influyente sonido.
En el presente 2022 está claro que es un punto de inflexión para Witchfinder, un título de proyecto como otro indicativo y con una primera entrega como fue el EP “Endless Garden” (reseña aquí), el primero de su discografía y la presentación del teclista Kevyn Raecke, arquitecto que a través de su semblante ha hecho que las atmosferas musicales de la banda se retuerzan desde un plano de lo más ominoso pero también presentando consigo ese derroche mucho más melodioso entre su fangoso espesor sonoro.
“Forgotten Mansion” es la segunda contribución de este laborioso 2022 para Witchfinder, los mismos que han hecho que todo lo construido en el parón pandémico, obtenga valores reales con la continuación de esta nueva entrega, dando un valor significativo a aquella mansión que veíamos desde su exterior en la anterior entrega de este mismo verano, ahora, adentrándonos en una temática de terror, girando continuamente en un tormenta de riffs aplastantes, marca de la casa de este combinado del vecino país.
Con el artwork por parte de Branca Studio y la distribuidora MRS Red Sound (Mars Red Sky) como acompañamiento para su edición, “Forgotten Mansion” tira de esas descargas y maravillosamente de su difuso fuzz, tan característico en ellos que es de indudable absorción para aquellos devotos en la fuerza bruta y los pilares amplificados del stoner/doom más reciente.
Con los apuntes hechos en esta reseña, sí digamos que esa mezcla incendiaria y totalmente arrebatadora entre Dopelord, Monolord y Conan, se obtienen resultados que nos llevan definitivamente a las mencionadas moles británicas, Electric Wizard. Se hace patente en muchos momentos del álbum la predilección de los franceses sobre el combinado del ilustre Jus Oborn. Si volvemos nuestra mirada hacía el pasado, veremos las conexiones con “Hazy Rites” pero siempre desde un punto de vista evolutivo, a la hora de llevar lo que allí era una base para el futuro, que ahora entrega esa explosión rítmica, mucho más evidente en el nuevo “Forgotten Mansion”.
Witchfinder va un nivel más allá de lo mostrado y le sale jodidamente grandioso en su factura, ya que a través de esas sombrías dimensiones, la adicción que supone la mencionada rítmica lleva ese catártico stoner/doom muy en la línea de los Wizard más recordados. A todo esto, y de entro de sus corrientes más supersónicas, hay que añadirle a esa contundencia transmitida en esa cadena de riffs aplastantes y las corrientes más espectrales posibles. Aquí es dónde entra en juego la marca de Raecke, emulando en algunos momentos a la histórica contribución a las largas cortinas del doom provocadas por Josh Silver con Type O Negative, aunque dejando de lado ese marco gótico.
Igualmente, la creación de las atmosferas de este “Forgotten Mansion”, sean posiblemente el pilar fundamental sobre el que se sostiene toda la fortaleza de Witchfinder en su nueva entrega. Entre esas armonías monolíticas, teclados funestos, voces fantasmagóricas, enormes paredes de distorsión y el gran poder de su sección rítmica, todo se fusiona bajo una química que definitivamente acaba seduciendo por completo a un servidor y recogiendo desde el pasado hasta el presente, las grandes y contundentes melodías que han hecho mella en la historia del sonido pesado.
